El vivero luce abandonado

El vivero municipal luce abandonado y cubierto de pasto. El invernáculo no alberga más que malezas. El viento y la falta de mantenimiento han llevado a que la cubierta de plástico se haya rasgado.

Estos son algunos de los problemas que se relevaron en dicho lugar, ubicado en un predio de 5 hectáreas que está ubicado a tres quintas de la ruta 30 camino a Chivilcoy, a la altura del Circuito Los Sauces. Cuenta con bajada de servicio eléctrico y medidor. También con un tanque de agua que ahora está cubierto de maleza.

Según los vecinos, hace 6 meses que nadie va a trabajar al invernáculo. La huerta ya no existe porque está cubierta de malezas.

El estaquero

Otra de las derivaciones es que están en peligro las 600 guías que se plantaron en forma de estaquero, para generar árboles destinados a cortinas forestales. Si se pierden, sería la segunda vez que ocurre algo parecido en un lapso de 3 años porque el primer estaquero, ubicado en inmediaciones del Cementerio Municipal, se secó por falta de mantenimiento.

Las guías habían sido conseguidas por la Oficina local del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, a través de una donación de la sede que tiene este organismo en 25 de Mayo.  Esto ocurrió en agosto del año pasado. 

Otro destino

Hace algunos años, la quinta del vivero fue propuesta para montar allí un relleno sanitario. Debido a las quejas de los vecinos, el proyecto nunca se llevó a cabo. Luego llegó la propuesta para montar allí un lugar que sirviera para cultivar plantas y hortalizas a cargo de una cooperativa de trabajo conformada a través de un plan oficial. Pero como se sabe, ese tipo de programas ya no existen y las cooperativas tampoco.

Al parecer, luego se pensó generar en el lugar un complejo deportivo con cancha de fútbol incluida, para que fuera disfrutado por los habitantes de Cucha Cucha y de la zona. Esto, tampoco prosperó.

Ahora, el lugar sigue esperando, mientras el pasto sigue creciendo.

Los caminos

Más allá del destino del predio, los vecinos de la zona también alegan que falta mantenimiento de los caminos que conducen al mismo desde la ruta 30.

Hay mucha maleza en los costados y los habitantes que  se encuentran en las inmediaciones se encargan de arrojar ladrillos sobre la tierra para tapar los baches.

En las inmediaciones hay un horno de ladrillos, criaderos de animales de granja y muchos sembrados que demandarán trabajo y tránsito de camiones durante la cosecha.