Los ministros salientes recibieron a quienes los van a reemplazar
- Martes, 10 de Diciembre de 2019 | País

Veinte años pasaron desde la transición entre el gobierno de Carlos Menem y el de Fernando de la Rúa. Desde entonces, no se vivía en Casa Rosada un clima armonioso en el cambio de mando en la presidencia, aunque haya sido el último día del gobierno saliente.
Luego de la foto en Luján entre Mauricio Macri y Alberto Fernández, celebrada por el grueso del espectro político argentino, hubo ayer una seguidilla de reuniones entre ministros que anoche dejaron su cargo y serán reemplazados luego de la jura de hoy por la tarde.
Macri almorzó con gobernadores y legisladores de Cambiemos y luego brindó al lado de un árbol navideño en el Patio de las Palmeras, en el último día en el que entró a la Rosada sin pedir permiso. Estuvo acompañado por Juliana Awada y Marcos Peña. En la Plaza de Mayo, ya sin rejas, se preparaba el escenario en el que tocarán conjuntos musicales luego del traspaso de la banda y el bastón.
En los pasillos del palacio presidencial se pudo ver a las principales espadas de la jefatura de Gabinete que deja Peña transportando efectos personales y ayudando a los empleados entrantes a conocer los salones de la Casa de Gobierno.
Vilma Ibarra, que será secretaria Legal y Técnica de Alberto, estuvo en Balcarce 50, donde la esperaba Pablo Clusellas, el funcionario saliente que recalará en la Auditoría General de la Ciudad.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, esperaba en su despacho a Eduardo "Wado" de Pedro y sus equipos seguirán en contacto con el nuevo ministro durante toda la semana.
Fuera de la Rosada hubo más reuniones. Durante una hora, Hernán Lacunza recibió a Martín Guzmán en el Palacio de Hacienda. Guillermo Dietrich se sacó una foto con Mario Meoni, que lo sucederá en Transporte. Matías Lammens, que será ministro de Turismo y Deportes, se juntó con su antecesor Gustavo Santos.
Adolfo Rubinstein, que fue eyectado de la secretaría de Salud diez días antes del fin del mandato de Macri, se encontró en una cafetería con Ginés González García.
Hernán Lombardi, en tanto, fue el que peor la pasó en su última día como funcionario: le organizaron una fiesta con murga y cumbia para despedirlo de mala manera en el playón del Centro Cultural Kirchner.