Lula ganó por cuatro puntos e irá a balotage con Bolsonaro
- Lunes, 03 de Octubre de 2022 | Mundo

En una reñida definición, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales por 4 puntos al actual jefe de Estado, Jair Bolsonaro, pero no alcanzó el 50 por ciento requerido por la ley y habrá balotaje el próximo 30 de octubre.
Los resultados sorprendieron ya que prácticamente todas las encuestas daban cuenta de una diferencia mucho más holgada en favor del líder del Partido de los Trabajadores (PT). Varias encuestadoras, incluso, arrojaban una contundente victoria en primera vuelta.
Con el 97,77 por ciento de los votos escrutados, Lula obtuvo el 47,88 de los votos, y Bolsonaro el 43,68.
El resto, muy lejos
Como se esperaba, el resto de los candidatos se ubican muy lejos de los principales aspirantes. Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño, y Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista, apenas superan el 4 y 3 por ciento, respectivamente. Los otros siete, en tanto, no logran pasar el 1 por ciento.
'Bolsonaro empieza en la delantera. Yo aposté: Datafolha va a equivocarse (de nuevo)', escribió en su cuenta de Twitter, Eduardo Bolsonaro, diputado federal e hijo del presidente, refiriéndose a la encuestadora más prestigiosa de Brasil.
En el inicio del conteo de votos, Bolsonaro empezó con más de siete puntos de ventaja, que se fue reduciendo a medida que avanzaba el escrutinio. En el bunker del PT, en un hotel de São Paulo donde Lula acompañaba el avance del escrutinio, algunos aliados se mostraban nerviosos por el avance del conteo.
No hubo incidentes
Según las autoridades, la jornada se desarrolló con tranquilidad y sin incidentes mayores. La información cobra dimensión si se tiene en cuenta que las elecciones de 2022 son las más polarizadas desde que Brasil recuperó la democracia en 1985. La campaña, de hecho, se ha caracterizado por un clima de crispación entre el exmandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, el gran favorito en las encuestas de intención de voto, y el actual presidente, Jair Bolsonaro, que busca la reelección.
La polarización entre los principales candidatos se extendió a sus seguidores, con algunos casos de ataques y muertes motivadas por discusiones políticas en los últimos días.
Las encuestas fracasaron
En esta jornada, que se inició a las 8.00, hora local (11.00 GMT) y terminó a las 17.00 (20.00 GMT), estaban convocados unos 156,4 millones de votantes para elegir al presidente, a 7 gobernadores, a 513 diputados, a un tercio del Senado y renovar a los representantes en las asambleas legislativas regionales.
La última encuesta del Instituto Datafolha atribuyó 36 por ciento de las intenciones de votos válidos a Bolsonaro frente a 50 para el expresidente Lula (2003-2010), porcentaje mínimo para evitar un segundo turno el 30 de octubre.
El voto de los candidatos
'Unas elecciones limpias deben ser respetadas', dijo el presidente brasileño en la jornada de ayer, tras votar en Rio de Janeiro, y deseó que 'venza el mejor'. El excapitán del ejército, no obstante, no respondió al ser consultado si iba a aceptar los resultados, que aguarda en la residencia presidencial de la Alvorada, en Brasilia.
Por su parte, Lula votó en São Bernardo do Campo, región de São Paulo donde se forjó como líder sindical en los años 70, y dijo desear que Brasil 'vuelva a la normalidad'.
'Este país precisa recuperar el derecho de ser feliz, No queremos más odio', señaló en alusión a la polarización de la sociedad que se ha acentuado bajo el gobierno Bolsonaro.
Bolsonaro, de 67 años, gobernó el mayor país de América Latina a golpe de crisis, especialmente con una fustigada gestión de la pandemia que dejó 686.000 muertos y un desafío constante a las instituciones democráticas. Mantiene un sólido apoyo entre el electorado evangélico, el agronegocio y los sectores más conservadores.
Lula, que presidió Brasil durante un período de fuerte crecimiento y dejó el poder con un envidiable índice de popularidad, vuelve al ruedo político con 76 años y sin poder sacudirse la mancha de la corrupción, aunque sus condenas en el escándalo Lava Jato fueron anuladas por motivos procesales.
Excarcelado en 2019, tras pasar 19 meses en prisión cuenta con el respaldo de las clases populares, las mujeres y jóvenes, y trata de seducir al mercado y sectores moderados. Su candidato a vicepresidente es el tecnócrata Geraldo Alckmin.